¿A quién no le gustan los diamantes? Estas piedras nos dejan tan embelesadas como a Audrey Hepburn en Breakfast at Tiffany’s. Las pulseras, los pendientes, los anillos o los collares de brillantes son joyas que manifiestan elegancia, poder, sofisticación. Pero… ¿Sabías que hay varios tipos de diamantes? En este post, te los contamos todos.
¿Qué son los diamantes y cuáles son sus características?
A modo de introducción y sin entrar en muchos detalles, los diamantes son las gemas más valiosas del planeta. Esto se debe a que surgen en condiciones extremas, en lugares bastante restringidos, siendo difíciles de hallar. Son minerales únicamente constituidos por carbono cristalizado.
Los diamantes son los minerales naturales más resistentes, tanto que su dureza es de 10. Reflejan la luz en múltiples longitudes de ondas (de modo casi perfecto). Su estructura es cristalina, en otras palabras, hexagonal. Su punto de fusión es 3550 ºC.
Tipos de diamantes
Podemos encontrar muchos tipos de diamantes atendiendo a diversas clasificaciones: forma, color, corte, origen, etc.
Según su forma
En este listado, te mostramos las distintas clases de diamantes existentes atendiendo a su geometría:
- Diamante cubo: cuenta con 8 vértices, 12 aristas y 6 caras.
- Diamante rombododecaedro: posee 6 caras, 30 aristas y 12 caras pentagonales.
- Diamante dodecaedro: tiene 12 caras en forma de pentágono, 20 vértices y 30 aristas.
- Diamante octaedro: dispone de 8 caras en forma de triángulo, 20 vértices y 12 aristas.
¿Cuál es la diferencia entre una talla y una forma de diamante?
A pesar de que se usen como sinónimos, la forma de un diamante no es lo mismo que su talla. La segunda determina cómo la luz interactúa con las caras de la gema. La forma se refiere a su aspecto geométrico.
¿Cómo afecta la forma de un diamante a su brillo?
Las facetas (superficies planas y pulidas) actúan como un espejo, por lo que captan y reflejan la luz.
Según su tratamiento
Los diamantes pueden ser trabajados de múltiples formas. Y éstos son los métodos principales para hacerlo:
- Diamantes perforados con láser: con un láser, se eliminan posibles inclusiones. Pero ello no hace peligrar la fuerza de la gema.
- Diamantes con claridad realzada: si la pieza tiene imperfecciones, se inserta un material parecido al diamante. De este modo, se camuflan. No obstante, esto no hace que el peso de la piedra cambie, ni tampoco su valor.
- Diamantes con color realzado: con estos procedimientos, se incrementa el color original del diamante. Uno de ellos consiste en la irradiación de partículas de alta energía.
Según el corte
En función del corte del diamante, podemos encontrar los siguientes tipos de gemas:
- Brillante: el prototipo de diamante que tenemos todos en la cabeza.
- Princesa: cuadrado o rectangular.
- Oval: similar al brillante, aunque más alargado.
- Pera: en forma de lágrima.
- Radiante: presenta múltiples rectángulos y tiene las esquinas recortadas.
- Esmeralda: destaca su pabellón, formado por caras rectangulares, y su enorme tabla.
- Cojín: de esquinas redondeadas y con facetas largas.
- Corazón: tiene una única punta y dos extremos redondos.
¿Cuáles son las formas de diamantes más grandes?
Suele decirse que la oval, la de esmeralda y la de pera lucen más grandes en el dedo cuando se trata de anillos. Aunque hay quien dice que los redondos tienen más presencia. Suponemos que no existe una respuesta correcta.
Según su origen
En este apartado, te contamos (muy resumidamente, porque el tema es denso y no queremos aburrirte) los distintos tipos de diamantes según su origen:
- Diamantes naturales de kimberlitas: se han cristalizado bajo la litósfera, a 150-250 kilómetros.
- Diamantes naturales de zonas de subducción: se forman a una profundidad de 80 kilómetros, donde la litosfera oceánica se mueve bajo los continentes.
- Diamantes naturales de impacto: menos frecuentes, ¡porque surgen por el impacto de meteoritos!
- Diamantes artificiales o sintéticos: se fabrican en laboratorios e imitan a los de origen natural (propiedades, cortes, etc.). Cuesta mucho distinguir que son artificiales. Pueden obtenerse:
- Sometiendo un núcleo de carbón a presión y altas temperaturas.
- Mezclando, a altas temperaturas también, metano, gas de hidrógeno y carbón en estado gaseoso
El color en los diamantes
Aunque solemos imaginarlos incoloros, ¿sabías que los diamantes están disponibles en varios tonos? Esto quiere decir que puedes comprar anillos de colores brillantes.
Diamantes rojos
Muy poco habituales, nacen a gran profundidad. Su color se debe a que los átomos de carbono del diamante son dislocados por altas presiones y temperaturas. Representan la pasión.
Diamantes amarillos
El segundo tipo de diamante más común. Su color sucede porque átomos de nitrógeno remplazan a algunos de carbono. Simbolizan alegría y sabiduría.
Diamantes azules
Los átomos de boro sustituyen a los átomos de carbono del diamante, lo que da lugar a su tono azul. Son sinónimo de paz y sinceridad.
Diamantes verdes
Difíciles de encontrar, porque el verde surge por una radiación de alta energía. Aluden a la salud, la naturaleza y la abundancia.
Diamantes marrones
El café es un color bastante común entre los diamantes, aparecen por la ausencia de átomos de carbono en su red cristalina (a raíz de una deformidad plástica). Manifiestan sencillez y equilibrio espiritual.
Diamantes negros
Están entre los diamantes más codiciados. El color negro se da por inclusiones de minerales opacos (como el grafito, la hematita o la pirita), que impiden el paso de la luz. Equivalen a prestigio, elegancia y poder.
Diamantes rosados
Son de los más caros, ya que son rarísimos de hallar. Sus tonos rosas se deben a que la gema sufre grandes presiones en la corteza terrestre y sus átomos de carbono se desplazan. Guardan relación con el romanticismo y el amor.
Diamantes violetas, púrpuras o morados
La causa detrás de ellos es un reemplazo del hidrógeno por los átomos de carbono. Significan misterio, creatividad y espiritualidad.
Diamantes transparentes
Son transparentes, porque no poseen impurezas (dejan pasar la luz sin problemas). Simbolizan pureza, valga la redundancia.
Conclusión
Ahora ya conoces los tipos de diamantes para anillos, pulseras, collares, etc. y puedes elegir el que más te guste.
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